La noción de percepción deriva del término latino perceptio y describe tanto a la acción como a la consecuencia de percibir (es decir, de tener la capacidad para recibir mediante los sentidos las imágenes, impresiones o sensaciones externas, o comprender y conocer algo). También describe el conjunto de procesos mentales mediante el cual una persona selecciona, organiza e interpreta la información proveniente de estímulos, pensamientos y sentimientos, a partir de su experiencia previa, de manera lógica o significativa.
Las sensaciones y las percepciones
La sensación es la respuesta inmediata de nuestros receptores sensoriales (ojos, oídos, nariz, boca, dedos) a estímulos básicos como la luz, el color, el sonido, los olores y la textura. Se trata de una serie de datos que son captados por el cuerpo a modo de información bruta, que adquirirá un significado luego de un proceso cognitivo que también es parte de la propia percepción.
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La percepción es el proceso por medio del cual la gente selecciona, organiza e interpreta tales sensaciones. Por lo tanto, el estudio de la percepción se enfoca en lo que nosotros añadimos a esta sensaciones neutrales para darles significado.
Sólo nos percatamos de un número muy pequeño de estímulos de nuestro entorno. De todos los que captamos, ponemos atención tan sólo a un número aún más reducido. Además, es probable que no procesemos de forma objetiva los estímulos que ingresan a la conciencia.
El individuo interpreta el significado de un estímulo de modo que sea consistente con sus propios prejuicios, necesidades y experiencias. Recibimos estímulos externos o información sensorial a través de múltiples canales, demos ver una valla publicitaria, ver una foto de Instagram, un video en Youtube, escuchar la música de un anuncio o un podcast, sentir la suavidad de un suéter de cachemir, probar un nuevo sabor de helado u oler una chaqueta de cuero.
La información que detectan nuestros cinco sentidos son los datos en bruto que inician el proceso perceptual.
Detección / Exposición: Cuanto mayor sea el tamaño, más variado sea el color, mayor movimiento, intensidad, contraste y choque con lo que el individuo espera encontrar, probablemente tenga una mayor capacidad de ser percibido.
Atención / Organización: Los individuos organizan los estímulos diferenciando concretamente la figura y el fondo.
Agrupan los estímulos de acuerdo a su proximidad, vinculando a las cosas que están en continuado. En los casos de secuencias no completas, se busca completar y cerrarlas, para contribuir a la proporcionalidad y el equilibrio en el que nos manejamos.
Interpretación: La parte final del proceso será la que le dará contenido a los estímulos que previamente se seleccionaron y se organizaron. Se han establecido sin embargo, comportamientos habituales a la hora de este proceso, como son la creación de estereotipos, la proyección de las características propias en los demás.
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La percepción subliminal: A la mayoría de los mercadólogos les preocupa crear mensajes que estén por arriba del umbral de los consumidores para que lo perciban. Irónicamente, parece que un buen número de consumidores cree que muchos mensajes publicitarios están diseñados para ser percibidos de modo inconsciente, opor debajo del umbral de reconocimiento. Un sinónimo de umbral es limen, por lo que a los estímulos que están por debajo del limen se les llama subliminales. La percepción subliminal ocurre cuando el estímulo está por debajo del nivel de conciencia del consumidor.
La alerta perceptual: Los consumidores son más proclives a concientizarse de estímulos que se relacionan con sus necesidades actuales. El consumidor que pocas veces observa un anuncio de automóviles está mucho más consciente de ellos cuando desea adquirir un automóvil nuevo. La cara opuesta de la alerta perceptual es la defensa perceptual, que significa que la gente ve lo que desea ver, y no ve lo que no quiere ver. Si un estímulo nos amenaza de alguna forma, es probable que no lo procesemos, o que distorsionemos su significado para que resulte más aceptable. Por ejemplo, el caso de un fumador empedernido que bloquea imágenes de pulmones dañados por el cáncer, ya que este recordatorio vívido lo afecta de manera directa.
La adaptación: El grado en que los consumidores continúan percatándose de un estímulo a lo largo del tiempo. El proceso de la adaptación ocurre cuando los consumidores ya no ponen atención a un estímulo porque es demasiado familiar. Un consumidor se puede “habituar”, y requerir “dosis” cada vez más intensas de un estímulo para darse cuenta de él. Es probable que un consumidor lea un mensaje de una valla publicitaria al ir en camino a su trabajo cuando se acaba de instalar; pero después de algunos días simplemente se convertirá en parte del paisaje.
La interpretación: se refiere al significado que asignamos a los estímulos sensoriales. Así, las personas difieren en términos de los estímulos que perciben y también varían en cuanto a los significados que dan a dichos estímulos. Dos individuos que ven o escuchan el mismo evento, podrían tener una interpretación tan diferente como la noche y el día, dependiendo de lo que esperaban del estímulo, cada persona o individuo percibe el mundo que lo rodea desde su propia óptica.
Posicionamiento percepctual: El estímulo de un producto se interpreta con base en lo que ya sabemos acerca de la categoría de un producto y las características de las marcas existentes. Las percepciones de una marca incluyen tanto sus atributos funcionales (es decir, sus características, su precio, etcétera), como sus atributos simbólicos y emocionales (su imagen y lo que creemos que dice de nosotros cuando lo usamos).
Bibliografía
Comportamiento del consumidor: Michael R. Solomon Universidad de Carolina del Norte, Séptima Edición 2008.
A. 2017,12. Concepto de Percepción. Equipo de Redacción de Concepto.de. Obtenido 2019,02, de https://concepto.de/percepcion/