La trasformación digital implica que las empresas inviertan en capacidades digitales alineadas con la estrategia global de la organización. El desarrollo de estas capacidades se debe realizar de manera integrada en todas las dimensiones de la empresa: Estrategia, cultura, gente, sistemas de gestión, procesos de trabajo y tecnología. La transformación digital requiere de la participación interdisciplinaria, redefiniendo las bases y las premisas con respecto a la competencia, la forma como se atienden y se satisfacen las necesidades de los clientes y la forma como se generan ingresos y rendimientos. Los modelos de madurez digital implican un proceso de evolución y progreso de largo plazo a través de cambios progresivos en las capacidades de la organización. (Lorenzo, 2016).
Para entender la madurez digital fue necesario revisar artículos y libros publicados por las principales empresas de consultoría en negocios como Mckinsey, Deloitte y Boston Consulting Group quienes han desarrollado teorías acerca del significado de la madurez digital y quienes de alguna manera son las que más han investigado en entender este fenómeno de evolución empresarial.
Existen varios modelos de madurez digital que pueden ser tenidos en cuenta como referencia para el estudio. El primero es el mapa de madurez de MIT (Massachusetts Institute of Technology), el cual combina dos dimensiones: la intensidad digital las cual consiste en el nivel de inversión en iniciativas para cambiar la manera como opera la empresa y la intensidad en le gestión de la transformación, la cual se refiere al nivel de inversión en capacidades de liderazgo para conseguir la transformación dentro de la organización. Acorde con este modelo las empresas pueden tener cuatro niveles: Alta intensidad digital y capacidad de transformación, baja intensidad digital de gestión de la transformación, o una mezcla de alta y baja para las dos dimensiones.
Dividiendo a las empresas en cuatro grandes grupos: (1) Los principiantes digitales la cuales no cuentan con una gestión clara de la transformación digital y hacen muy poco en relación a las capacidades digitales. (2) Los seguidores de la moda digital en donde prima el seguimiento de las tendencias por encima de la estrategia, no tienen fundamentos sólidos ni están alineadas en el desarrollo de valor en la organización. (3) Los conservadores digitales, para ellos es más importante la prudencia que la innovación, pero son conscientes y entienden la importancia de desarrollar capacidades, cultura y de la alineación estratégica para conseguir resultados, sin embargo, estas empresas son escépticas con relación al aporte de la nuevas tecnologías y plataformas digitales. (4) Las empresas Dirigidas quienes saben como explotar y generar valor a partir de la transformación digital y la creación de una cultura es de alta relevancia en sus procesos de transformación digital (Lorenzo, 2016)
Mckensey desarrollo el cociente digital cuyo punto de partida es la estrategia, la cual debe ser clara y precisa e integrada a la estrategia corporativa de la empresa, en segundo lugar, están las capacidades asociadas a procesos y actividades, tercero una cultura ágil y rápida desarrollando habilidades relacionadas con velocidad, flexibilidad, innovación abierta y aprendizaje. El tercer punto se refiere a la organización y el talento, principalmente en la gerencia media quienes son los responsables por el desarrollo de nuevos productos y servicios y modelos de organización. (Tanguy Catlin, 2015)
Para el BCG (Boston Consulting Group) los niveles de madurez digital los centran directamente en el marketing. Estos niveles varían considerablemente entre las diferentes empresas u organizaciones de marketing y las clasifica en cuatro niveles de madurez:
(1) Naciente en donde las empresas utilizan datos externos y compras directas con un vínculo limitado con las ventas.
Las empresas (2) emergentes utilizan datos propios a partir de las compras automatizadas aplicando la optimización y las pruebas de las campañas en un único canal.
El tercer grupo son las empresas (3) conectadas, en donde se integran los diferentes canales con un vínculo directo con el ROI (retorno sobre las inversiones) y las variables proxi de ventas.
Y por último están las multimomento en donde prima la ejecución dinámica en varios canales optimizando y enfocando los resultados empresariales a un solo cliente. Igualmente se definen seis factores que propician la madurez del marketing digital: (Dominic Field, 2018)
1.Datos conectados: Se vinculan los datos de la empresa on-line y off-line logrando de esta manera obtener una perspectiva completa del cliente.
2.Automatización y tecnología integradas: Las empresas necesitan una serie de herramientas tecnológicas que permitan automatizar los contenidos y los datos. Las principales herramientas son las analíticas web, el uso correcto del CRM, la integración de la publicidad y la automatización para adaptar y personalizar los diferentes mensajes.
3.Mediciones: Identificado el valor de cada punto de contacto a lo largo del viaje de los clientes y de esta forma identificar los KPI´s en cada una las etapas, y de esta forma poder vincular las interacciones con los resultados empresariales principalmente el impacto en las ventas y las utilidades. Por ejemplo, se pueden identificar las ventas incrementales por canal y el nivel de contribución de cada uno en un período determinado. Estas mediciones deben ser útiles para mejorar la estrategia de segmentación y direccionar con mayor eficacia las inversiones en marketing. Se necesitan capacidades analíticas sólidas para convertir los datos en planes, programas e iniciativas.
4.Asociaciones Estratégicas: Se refiere a la colaboración de forma eficaz con las agencias y los proveedores de tecnología de marketing.
5.Competencias: Lograr tener equipos multifuncionales eficaces con el propósito de lograr una estrecha colaboración para ofrecer una mejor experiencia a los clientes.
6.Trabajo en equipo ágil: Incluye los procesos internos, las estructuras, las compensaciones, los informes y las trayectorias profesionales. El patrocinio de los directivos es esencial y la cooperación activa de las áreas corporativas y financieras. Igualmente es importante terne un enfoque de prueba y aprendizaje rápido identificando fallos de forma temprana.
La transformación digital lleva a la construcción de nuevos modelos de negocio y la explotación de un mundo de nuevas oportunidades en los campos del marketing, del relacionamiento con los clientes, del comercio electrónico y la eficiencia en costos y procesos.
Los modelos de madurez digital ayudan a las empresas a evolucionar progresivamente en le desarrollo de sus capacidades para conseguir hacer parte y lograr el éxito en la era digital. Implican un modelo de progreso a lo largo de una línea continua a través de cambios progresivos en las capacidades organizacionales.
El concepto de madurez digital viene siendo utilizado por consultoras, universidades y empresas para medir el grado de madurez en la transformación digital.
El modelo de madurez digital es una herramienta que permite medir el estatus o situación actual de su empresa en términos digitales, y trazar una ruta de progreso para poder avanzar incrementalmente hacia un grado superior de madurez, lo cual require una alineación perfecta con la estrategia de la empresa, identificando las oportunidades y amenazas en el. entorno digital. El desarrollo de una cultura digital es uno de los pilares claves en la transformación digital de las empresas.